viernes, 5 de julio de 2019

Chin Up. Vivo e impermeable.

"Read between the lines
What's fucked up and everything's alright
Check my vital signs to know I'm still alive
And I walk alone".
Billie Joe walks.


Chin Up.

Entonces, bum. Génesis 1, 1, versión dos punto cero. Las pupilas se dilatan y los grises y azules me dicen lo que la sospecha no pudo: No queda nadie más que yo.

De pie en este montículo, entre cuesta arriba y cuesta abajo y "me-cuesta-tanto-olvidarte". Soy el único.

Mi voz oscilando entre lo súper y lo sub, sólo sónica si digo , ratónica si digo no; subatómica si osara decir s.o.s.

Pero, ¿quién tiene manos que le sobren, u orejas de emergencia? Sólo yo, el que siempre flota con la sonrisa de madera balsa; sólo él que tiene la palma hacia arriba.

Sólo yo, con problemas como enanas blancas y un hoyo negro recién nacido en el centro del pecho. Apenas despierto de un sueño húmedo y cálido a la pesadilla de lo cotidiano, de lo que mejor conozco, del Yo como única referencia.

Pero más duro. Más amargo.

Riendo aun en las caras, de las bromas, las obscenidades y picardías; por las cosas pequeñas que más valen. Con la voz serena siempre en el mundo y la vigilia;  el rugido y el suspiro entrecortado en el silencio de mi guarida.

Como un muerto adelantado esperando paciente. El pulgar jala el gatillo, y otro tiro de muerte llega hasta los pulmones. Otro amanecer, otro día más cerca del final y del descanso, y la enmienda del error de nacer y seguir vivo.

El pecho de acero; el eco rebotando como átomos dementes por dentro, murmurando un nombre inverosímil; rogando un perdón imposible; reprochando un amor de papel de aluminio dentro de una lata de pastillas de canela.

Vivo por inercia.

Sonriendo la máscara.

Caminando con la barbilla en alto, por ninguna otra razón más que porque no hay nada más que hacer ahora.

Pero vivo e impermeable.

El corazón en la basura, aun late.




Photo by Wolfgang Rottmann on Unsplash