lunes, 5 de agosto de 2019

La Canción del Despecho. Cuatro minutos más.


"...the beast won't go to sleep...".
Uncle Leonard.



La Canción del Despecho


Y mírate perdido en el groove de cualquier rola que surja. ¿Es escapismo? ¿Y qué si lo fuera? No hay nada que realmente requiera tu presencia, nada que tu mano pueda hacer.


La felicidad es un bajo más funky o más disco que cualquiera de estas palabras. La letra más simple es la Historia detrás de tu historia. Un rapeo puede ser molecularmente más denso que cualquiera de los días transcurridos, llenos de arrepentimiento y un riff puede ser un Universo entero. La felicidad dura cuatro minutos, y lo sabes. Pero cápsulas de olvido consecutivas hacen un gran perdón.


Mañana vendrán más preocupaciones, más caos con qué hacer malabares. Hoy no hay más que una sonrisa estúpida en tu cara, pero más sincera que todas las palabras que esperaste escuchar. Claro que el dolor seguirá ahí cuando vuelvas de Oblivión, ¿y qué? Esa es su función, estar ahí para recordarte que nada es para siempre, sin importar cuánto tu voluntad y tu esperanza se empeñen en engañarte.


Es amor furtivo, la clase más pura. ¿Quién es portadora de unos ojos de hoyo negro, que pueda superar ese instantáneo revolcón…? ¿Qué pueden significar todas sus promesas, todas sus demandas absurdas de precisión alquímica, todas sus obsesiones elektricas, su manipulación inconsciente disfrazada de ingenuidad?


Tal vez por eso no estés dispuesto a pagar el precio de un amor que dure. Ya tienes un amor; y puede ser tan dulce y tan perverso como el de ellas. Y puede doler y lastimar tanto, pero durante menos tiempo. La siguiente vez puede ser éxtasis, o también puede ser peor que la anterior. Al final sobrevivirás, sabiendo que has vivido.


Y si en algún momento te das cuenta que estás siendo egoísta, piensa en las veces en que olvidaste todo por una mirada, abandonaste cosas por un imposible beso; las veces en que te culpaste por no ser suficiente; piensa en las promesas que no quisieron cumplir, en lugar de las que tu no pudiste siquiera hacer.


Las palabras que quieres decir y no puedes, están ahí. Tantos “te amo”, tantos “te olvidé” como quieras; y repetidas tantas veces que revelan su verdadero significado: sólo por cuatro minutos. La Música es amor: real pero efímero, pero eterno, pero imaginario. Posible y probable, más incluso que las palabras y las caricias, y ese inalcanzable parasiempre que miente desde el instinto. Ella sí te cura, y sabe cómo hacerlo. Y por qué.


Y cuando sientas el vacío quitándote el aire, y cuando la memoria te tire de las perneras; cuando la culpa y el arrepentimiento te inyecten el odio a ti mismo -otra vez-; cuando los labios te pidan dar tu alma en sacrificio, vuelve a ella; ella sabrá abrazarte y lamer tu sonrisa.

Ella es el único Amor que tendrás.





Photo by Shawn Tung on Unsplash