viernes, 18 de diciembre de 2015

La Verdad Entre Los Días. (Parte 1). Ahora sí, pongámonos personales.

Al leer ésto, sabrán que de alguna manera estoy fuera de mi elemento. Sin embargo, éste es el formato en que operan en mí estas cuestiones generalmente, y bien, es lo que hay. Posteo esta serie de... no sé como llamarlas, quizá cosas-no-cosas, no-poemas, reflexiones, realmente ignoro lo que son, simplemente por capricho y porque tengo muchas ganas de verlas aquí. Originalmente están destinadas a alguien y a su manera cuentan una historia, pero he borrado nombres directos y demás alusiones porque en realidad lo que importa es, como siempre para mí, el resultado y la cápsula de tiempo. Aquí la forma lo es todo, y tanto, que es tiranía. Al mal paso dicen, darle prisa...


Eureka (Por y para A.)
 
Sentirte es un lento vaivén,
mareo de tenerte.
De oírte,
de verte.
Estoy fascinado de pensarte
bailando en mi cabeza;
revolviendo mis neuronas
con el tiempo, mi memoria.
Como tenerte en los brazos de la mente
y luego no saber qué hacer,
ni con ellos, ni contigo.
Así que busco en los cajones
de las notas
y las letras
y me flagelo suavecito:
“No me hagas cerrar otra puerta”.
Estoy fascinado de sentirme
revertido;
la cabeza a ras del agua
y aun así sintiendo sed.
Y allá estás, construyéndote,
reinventándote
y muy posiblemente
dejándome atrás.
Pero he tomado la decisión
de ser otro
y no ser
como los otros que fui antes:
puedo nadar para siempre.
Si algún día el agua dulce
me llega a la boca
beberé
y serás bebida
y serás bien libada.
Si floto para siempre
que así sea, pero no esperes ver una balsa.
Mi amor también se rige
por el Principio de Arquímedes.
                                               23/07/09.
De La Nula Gravedad.
 
Esto no es poesía.
Estos son mis ojos vacíos,
vaciados.
Huídos.
Esto es un hoyo en el pecho
de un hombre que no puede serlo.
Esto es el eco de mil bocas
que nunca supieron a azúcar o limón,
o cigarro, o cerveza.
Es la crónica de un beso
diluído.
Marchito.
Corrosivo.
Indeleble.
Es el roce cotidiano,
arriba.
abajo;
Un ritual obsceno y delicioso,
exorcismo pop
que evoca y humilla
el origen y la muerte lenta.
Esto no es,
no puede ser un poema,
Porque no hay poesía en vivir,
ni la hay en amar;
esto es un maullido,
un gruñido sordo,
un estertor eterno
que tirano y megalomaníaco
te impongo a ti
y a todos los demás.
Así que no leas esto
esperando unicornios o revoluciones,
o mares de sudor y semen,
princesas tristes
o rimas arjónicas
porque esto no es poesía.
Esto es en realidad
el recuento de una caída libre,
sometida sin embargo
a tantos rescoldos,
al esperar
una raíz,
una piedra,
unos pechos,
unos ojos o cualquier cosa
que anule la gravedad.
Esto no quiere ser poesía.
Esto quiere sangre
y quiere sudor
y quiere ser la sustancia,
la receta de las pesadillas.
Esto quiere ser navaja.
Esto quiere ser revólver
y una boca enferma,
una sonrisa de novela negra
viajando por unas medias o un liguero.
Esto quiere ser yo, contigo.
Pero no puede ser.
Porque eso…
Eso sí que sería poesía.
                                      29/07/09.
 
Pago Mis Deudas. (Para Katya.)
 
Me envuelvo entonces en tu silencio
deshojando la paciencia;
Te espero en mis sueños.
La revolución de mi alma debe continuar.
Mis ojos se duermen,
quince días, diez horas, un minuto
y quince años quince mil
enhebrando tu sabor
e hilando el triunfo de tu cuerpo,
la derrota del reloj que llevo en el pecho.
Pago mis deudas pero preferiría
una libra de carne
a esa ventana llena de luz,
vacía de tu nombre.
Me sentaré y diré mañana
aunque tome mil cigarros,
aunque el tiempo nos rebase otras quince veces,
aun a pesar de ti
y de tu risa en otro mundo.
Te lo debo.
Pago mis deudas pero preferiría
tuyos carne y reloj,
tuyo yo,
tú y yo.
Te siento en mis compases
y me diluyo inmóvil
en el agua que nos separa.
                                      010809.
 
Continuará.

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