viernes, 1 de julio de 2016

Sueños, fugas. Evasión es la Consigna.

Soñar el Rompecabezas.


    Es como el tañer de una campana imaginada: una resonancia en el pecho, muy adentro, que me pide explorar el silencio. Dejar de luchar contra la Vida en el Vacío.
    Ojalá supiera el sustantivo correcto; desearía conocer la naturaleza de la búsqueda o al menos su propósito. Lo único reconocible es un hambre, tan grande que es imposible saber dónde empieza o acaba en mí. Como algo robado; el espacio vacío hurtando aire incesantemente, latiendo de día y vibrando de noche.
    Y nada llena esa ausencia casi ectoplásmica, ni las voces de algodón ni las guitarras lujuriosas. No se llena con luz pulsando en formas redondas ni con fantasmas de piel sudorosa. Tampoco con texturas o viscosidades, ni con estos chillidos de murciélago extraviado.
    Y por tanto permanezco quieto, callado, cerrado. Nada debe entrar o salir. Intento dormir en el pantano del ahora, soñar el rompecabezas para que cobre sentido en el absurdo, en lo imposible y lo improbable. Sea solución o paliativo es lo que se antoja, lo que asemeja seducción: soñarme en silencio para averiguar quién soy ahora.

"...Feelings are intense, words are trivial. Pleasures remain, so does the pain...". Depeche Mode. Enjoy the Silence.




El Primer Paso.


    Cerró los ojos y aspiró el aire de su casa una última vez. Lo dejó entrar libremente, con suavidad, dejando que las moléculas vagaran a su antojo por los alveolos, el olor de lo cotidiano diciendo adiós, y él lo interrumpió expulsando el aire resueltamente.
    Recogió la mochila y se palpó los bolsillos. Satisfecho, se colgó el bulto y comenzó a dar el primer paso. El ramalazo de dolor y culpa fue como un calambre, agudo e inesperado, y una vez más sintió cómo su alma misma resbaló desde su pecho hasta los pies. Algo creó un vacío súbito en el centro de su cuerpo y su contenido anterior se agolpó en la garganta, pero él ya sabía que eso era inútil. La humedad fracasó en llegar a sus ojos; el golpe de estado de sus dudas y miedos falló más bien miserablemente.
    El mundo entero, la realidad misma contuvo el aliento cuando su muslo se contrajo y lloró horrorizada al sentir el silencioso terremoto de su pie al bajar y tocar la tierra por la primera de un millón de veces, o más.
    En los siglos que precedieron, nadie jamás pudo saber que fue en ese preciso germen de tiempo cuando él partió irremediablemente, por siempre y para siempre; veintiocho centímetros más lejos de lo que jamás podrían imaginar. Sólo bastó un paso para destruír el universo y comenzar otros, muchos más. 

"The highway's jammed with broken heroes on a last chance power drive. Everybody´s out on the run tonight but there's no place left to hide...". Bruce Springsteen. Born to Run.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario