sábado, 10 de marzo de 2018

La Distancia Exacta. Fotografía en el alma.

    Contamos memorias al compás de una cerveza, sonriendo porque la balanza pesa más del lado que debe. Siento los ojos llenos de ti y apenas contengo la mano que quiere acariciar tu mejilla.

    Qué bueno es verte y dejar que tu voz abra el álbum; darme cuenta que te extraño y ver que este carrusel de nosotros aun funciona. Algo prende por dentro y al recordar su nombre, que es cariño, reluce detrás de mis dientes.

    Te quiero, aunque hayas sido agua en mis manos; aunque te haya visto brillando de amor infantil y haya sido indiferente; aunque los años como olas sean un vaivén demasiado familiar.

    No sé si aun recuerdo lo que me diste en años más tersos; no sé si no quiero o debo, o si tendría un propósito hacerlo. Tal vez aun haya un sabor, una textura; tal vez sólo sea una fotografía en el alma. No importa, no cambia nada.

    Te quiero porque vuelves como un discreto cometa; porque soy una especie de secreto tuyo. Porque supiste sobrevivir. Porque eres la única e indiscutible.

    Te quiero porque no hay otra forma de quererte más que esta ternura súbita y desconocida que debo guardar adentro. Y también porque conoces la distancia exacta entre nosotros.

    Tal vez algún día besaré tu frente y te diré un secreto.

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