Horas del Día.
Isla de luz en un mar negro; un romance del alma en espera del contacto. ¿Qué puede importar, cómo la corriente nos ha traído a esta playa?
Lo que importa es que has dado cuerda al corazón, que late de nuevo en el azoro de ti. ¡Tantas veces reté a la Vida a demostrarme que existías! Qué lección eres, qué nocaut; y cómo corre el pensamiento a ti, como irrumpes con suavidad entre cada hora del día.
Hermosamente felina, la mujer más real al toque de mi mano, la que esculpe el contorno de mis brazos como nadie lo ha hecho. Húmeda caricia de tu boca; tu mano fresca en mi cuello, alineando las horas en tu tacto.
¿Cuántos misterios de ti pueden restar aun? Cada día es una promesa; de tu voz, o tu risa; el reto de ti azuzándome a ser, a descubrir quiénes somos y cómo nos llamaremos a través de la niebla.
Rezo tu nombre imposible antes de un sueño; y otra vez al oír tu llamado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario