(Reparando el circuito quemado)
En serio, no eres tú, soy yo. Te quiero, pero a veces amo más tu recuerdo que a tí.
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Realmente no lamento que tu reloj fuera más nuevo que el mío, sólo que el tiempo corriera diferente para cada uno.
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Quizá no sea tan malo que nos hayamos amado en tiempos diferentes, tal vez lo que importa es que nos amamos y ya.
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Las estrellas, cariño, poseen un tipo de belleza especial. Brillan en un manto de oscuridad y son hermosas por ello. Conforme pasan los años, parece que esa belleza estará ahí siempre, aun cuando la Ciencia diga que no será así. Y llega el día en que su luz brilla más que nunca. Esa luz, esa belleza, en realidad ha estado refulgiendo más y más cada año, a lo largo de su vida, y cuando las vemos desde aquí, esa hermosura es más intensa que nunca. Es curioso, me recuerdan a tí.
(el circuito, reemplazado)
Revuelvo entre los surcos del cerebro, miro a cada transeúnte y automóvil con ojos de ansia; leo relatos, novelas, diarios, panfletos, tarjetas de presentación; busco sobre y debajo de cada Circe y Penélope que he conocido y amado...
Espero que el tema, la idea o la ocurrencia o la puntada surja como la proverbial liebre de Sabrá Dios Dónde, y no tengo nada más que tú, tí, te y contigo.
Cruzadas.
Cinco letras, 'n' en la tercera casilla. El cerebro girando como una dínamo, saturado de cosas sin arreglo, de ideas que fracasan en el nudo, de malas noticias sin propósito inteligible.
Ocho letras, termina en 'r'. Un martes más fuerte que los demás, y aun siendo un día lento en el negocio, convierte los autos que pasan en rugientes voces insultantes. Trámites, transacciones minúsculas; gente rodando en sus bolas de plástico a diez metros de distancia y diez años luz de comprensión.
Cuatro letras, 'a' en la segunda casilla. El propósito está en pausa; puedo tener wifi o red de datos, pero motivos no encuentro por ningún lado. Estoy relleno de una sustancia gris perfectamente inerte o tal vez sólo vacío a pesar de la saturación. ¿Indecisión, paradoja, opción? No tengo ni idea.
Ocho letras, f, o, o, k. Todo quiere comprimirse otra vez en azul, pero el perfil no actualiza y desisto, y además nadie tiene tiempo para ello, ni siquiera yo. Es una oda a la inutilidad, al menos hoy. Lo que ayer pudo ser risa, o curiosidad o empatía, en este momento es absurdo, cansino.
Tres letras: r, e, d. Tropiezo y no hay nada que se burle de la gravedad.
Seis letras: s,o,c,i,a,l. Me repliego en mí como un molusco gruñón. No hay nadie más en el mundo.
"Media overload bombarding you with action
It's getting near impossible to cause distraction
Someone answer me before I pull out the plug". Missing Persons. Words.
La Cigarra y el Escarabajo.
Amanece y el sol amaga una burla con su lovecraftiana indiferencia de dios pagano. La Tierra despierta al miedo, a la duda. Se arrebuja en su cobija de ignorancia, toma su café con dos de indignación. Sus hijos están confundidos. Aquellos que pretendieron llevar las riendas balbucean, haciendo gárgaras de su propia mezquindad mientras soban sus manos adoloridas.
Con asombro y miedo vemos el humo hacerse sólido, el desprecio que siempre vivió en cavernas, pantanos y desiertos, y debajo de alfombras mullidas de barras y estrellas ahora gruñe altanero. Los polos giraron al cabo y el mundo se ha movido debajo de nosotros; cigarras cebadas en ingenuo egoísmo mientras las hormigas y termitas blancas urdían su desquite. Y hoy el escarabajo subió al pedestal.
Y aun así, en habitaciones oscuras y oficinas somnolientas, en aulas frías, cuartos de ensayo, cabinas radiofónicas, baños y bares, calles y casas, incluso -tal vez-, oficinas de gobierno, la cigarra invoca un bostezo inconforme.
Que comience la Resistencia.
"Do you know the enemy?
Do you know your enemy?
Well, gotta know the enemy". Green Day. Know The Enemy.