Siento que de vez en cuando la vida puede consistir únicamente en recordarse algunas cosas. Pequeños y efímeros trucos para hacer el Mundo diferente y precioso por un momento.
Aunque no dejes de sentir el apremio de tus cosas, de tu vida verdadera, de tu rutina asesina; conviene entregarse a la alucinacion de que los días podrían ser así como hoy. Para siempre, por qué no.
¿Por qué no? Porque sabes que tu día a día es un vicio. Porque la resignación puede ser el catalizador de la inconformidad. Porque hay mucho que no has cosechado en tu planeta de origen, y aun más que falta por sembrar. Porque no tiene ningún sentido recompensarte a cambio de nada.
El egoísmo entonces se convierte en una puerta que se abre en dos sentidos.
Mañana volveras a la llovizna inoportuna de la realidad. Pero antes, te quemas los hombros con alegre irresponsabilidad, con abandono infantil casi olvidado.
Y al fin consigues una sonrisa más limpia y honesta, para llevarla contigo hasta que se desvanezca de tanto usarla...
viernes, 14 de julio de 2017
Licántropo con escamas. En vivo y en directo.
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