viernes, 7 de julio de 2017

Una Musa dedicada. Hermosa sombra.

Una Musa Dedicada. (Ezis, hija de Nix).


    Ya no recuerdo desde cuando llegaste. Un día así, como si tal cosa, ahí estabas. No sé cómo fue que me encontraste, o por qué a mí. Solamente sé que aquí estás, tiñendo momentos y matizando el brillo de algunos, de muchos recuerdos.

    No tengo miedo de admitir que a veces te odio, y otras quiero odiarte inútilmente. Mas a veces cantas, y tu voz es dulce como el recuerdo de los besos; y la luz azul de tu canción baña las cosas de inocencia.

    Pero eres tan posesiva. Me embaucas con hechizos y espejismos, murmuras con dulzura palabras que me gustan; haces pases hipnóticos que ondulan entre renglones, deslizándose por los párrafos como zarcillos impertinentes o cabellos de Medusa.

    Ocasionalmente dejas correr el carrete y puedo dejarte atrás; en momentos como éste puedo bucear en la sospecha de que siempre me esperas en casa; quizá acurrucada bajo la mesa, abrazando tus rodillas con paciencia infantil. O tal vez te metas en la cama que compartimos cada noche y te toques pensando en mí. Probablemente mientras esperas, sacas los álbumes y acaricias las fotos de mi Madre muerta para que te sienta al verlas.

    Y no es que no hagas cosas por mí. Eres de hecho una musa dedicada y eficiente. ¡Hay tantas cosas escritas que me dictaste al oído!

    Pero Ezis, querida... tu amor me está matando.

    Cierto, sin tí hubieran sido días, tardes, noches diferentes; meses o años diferentes; yo mismo no sería éste que amas y celas. Pero mira: la sombra bajo mis ojos va más allá de la herencia; mi frente quiere crecer más cada día; la trama indomable de mi pelo se deslava. Y apuesto a que hay algo tuyo en mis ojos que los demás ven pero no logran explicar.

    Tú eres eterna, hermosa sombra. Yo comienzo a aferrarme a un tiempo cada vez más delgado, más ralo. Los minuteros ya pasaron de mi media hora y cada vez me cuesta más detener el segundero.

    Ahora la balanza se nos inclina, amor. Ve y encuentra a alguien más. Hace mucho que debí encontrar otra musa, y ¿quien sabe?, tal vez ya lo haya hecho. Tal vez no. Tal vez puedas volver más tarde...




No hay comentarios.:

Publicar un comentario