Antes que el tiempo siga su curso predeterminado, y se desate lo que deba:
Que esta noche lave todo aquello que manchó, o que oscureció.
Que las luces que ya encontramos brillen aun más fuerte, y nos ayuden a encontrar otras.
Que la soledad sea una amiga más, y que nos enseñe quienes somos, como sólo ella sabe hacerlo.
Que kilómetros y días sean milímetros y segundos.
Que las almas de aquellos que amamos sientan aun el calor.
Que "amor" deje de ser una palabra y tenga un significado, un cuerpo y un rostro.
Que mantengamos la guardia inflexible ante lo Malo, y una mano abierta y tibia lista para lo Bueno. Que sepamos verlos como tales.
Que el dinero abunde, y sirva su propósito, pero que no se convierta en propósito por sí mismo.
Que los sueños y los ideales se alimenten del día, que maduren en Vida y crezcan para contener más sueños y más ideales.
Que la enfermedad nos tenga más miedo del que tenemos nosotros.
Que el dos mil dieciocho no sea el Mejor Año de Nuestras Vidas, sino sólo uno más de los Mejores.
Gracias a todos los que donan un breve momento a este espacio, a este Cánido Insípido Despelucado y a los delirios de un Servidor.
Tengan un muy Feliz Año 2018.
Con afecto y agradecimiento:
Juan Manuel López.