"I knew you were waiting.
I knew you were waiting for me..."
Aretha, con George.
Ahí, en la Luz.
Mira a la audiencia, sintiéndose aun perpleja en la Luz. Y aun así lo sabe, tan bien como antes, que han venido a verla a ella. Se da cuenta de cuánto realmente quiso venir y cómo sin saberlo había entrevisto este lugar, cada vez que pisaba un escenario.
Ahí, tras bambalinas, alcanza a reconocer a algunos; ora entre la audiencia, ora entre los músicos que afinan -aunque sabe que es sólo por el placer de hacerlo-, ora en el Coro, ese fabuloso Coro.
¿Cuántas voces? ¿Cuántas hermosas voces atronarán y cantarán esa noche? ¿Ese día, y todos los demás por venir?
Siente la emoción crecer; como cada vez, pero aun más intensamente; como nunca imaginó. El escenario es inmenso, las luces tan brillantes claro, pero mucho más cálidas que nunca. ¡Cómo desea sentirse envuelta en ese halo! Se cohíbe. ¿Es soberbia lo que siente, o sólo el placer y el gozo de siempre? Nunca contó las veces que subir ahí salvó su vida o su alma; las veces que creyó no poder hacerlo y sin embargo bebió el calor de las palmas gustosamente, la emoción de las lágrimas, la fugaz pero demoledora alegría de un rostro sonriente o una voz perdida en la oscuridad, aun así uniéndose a la suya...
Esta vez sin embargo, no hay una voz resonando en lo oscuro, nombrándola para desatar la bienvenida como un río desbordado. Sólo sale a la Luz, y la música empieza. El aplauso más grande jamás soñado la baña y una alegría como jamás soñó sentir la llena y su voz quiere emerger, y ve a aquella muchachita de Texas sonreír con lágrimas de plata en sus mejillas. Dos hombres jóvenes tañen sus Stratocasters: uno, el zurdo, sonríe tímido; del otro reconoce su sombrero con la pluma y las iniciales en la guitarra. Al fin tocan juntos. En el Coro... Ay, en el Coro está el muchachito Inglés que cantó una vez con ella; aquel otro con los dientes tan grandes, el bigote fino y el pelo engominado; aquel vestido en su eterno púrpura...
Y entre el público está Riley, y la niñita de Texas, y Ray con sus ojos nuevos que ven el alma, ¡y el Chairman of the Board mismo! ¡Y Elvis, bonito como nunca con su pelo magnífico y su sonrisa torcida!
Y todos se ven tan jóvenes, como en sus mejores tiempos, como cuando sus voces eran nuevas y hermosas, y embrujaban al Mundo entero; y de repente sabe cómo la ven a ella, y qué esperan de ella.
Reconoce la música por supuesto, y al hombre que la escribió, que ahora ríe y bate palmas y mueve su boca animándola, pidiendo escucharla una vez más.
Y ahí, en la Luz, en el enorme escenario, una vez más es ella. Y su voz brota como agua pura, como viento elemental; la voz que muchas alguna vez desearon tener y tan pocas lograron emular. Y cantó:
"What you want... you know I got. What you need... do you know I got it... All I´m askin'... is FOR a little respect when you come home... hey, baby...".
Y rió mientras cantaba...
Aretha Franklin.
Queen of Soul.
1942 - 2018